La LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER (dejad hacer, dejad pasar) de los fisiócratas del siglo XVIII, consistía en dejar a la iniciativa privada la resolución de todos los problemas económicos y financieros, fue abrazada por los impulsores de economía liberal. Este movimiento encontró su contraparte, en la voz de aquellos que procuraban mejores condiciones, para el sector de la sociedad menos favorecida, entre los que estaban los campesinos, obreros, esclavos y demás servidores. Reforzada por las encíclicas papales, lo social empezó a generar frutos, por lo que la transición se inicia en el atardecer del siglo XIX, en algunos países latinoamericanos. La mezcla sistemática de ambas corrientes de pensamiento, sentó las bases de lo que en la actualidad conocemos, como el Estado Social de Derecho. Un Estado interventor, empresario, cerrado a los procesos económicos, pero solidario.
En el caso de Costa Rica, fue en 1949, con la aprobación de la actual Carta Fundamental, cuando inicia el proceso de consolidación del Estado Social de Derecho. Con el tiempo sería necesario abrir celosamente, el sistema económico, sin olvidar los principios como el de Solidaridad Social, eje transversal en el sistema jurídico y económico de la joven Nación centroamericana.
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